Hippies, surf, artesanía, puestas de sol.... No suena mal, pero si a todo esto le sumáramos una playa de un kilómetro y medio donde tu perro pudiera correr, tomar el sol, nadar o enterrarse bajo la arena, mucho mejor, ¿verdad?
Para muchos de nosotros pensar en la temporada de verano significa vacaciones, relax, disfrute.... y desde luego por nada del mundo queremos que nuestros incondicionales amigos peludos se pierdan esta diversión.
En los últimos años tanto los hoteles como las playas han ido dando espacio al mejor amigo del hombre, transformándose en “pet friendly”. Si bien adultos y niños disfrutan de los encantos marinos, los perros no se quedan atrás. ¿O es que acaso la playa no es el lugar perfecto para que nuestra mascota también se relaje, desconecte, haga ejercicio y se socialice con otros perros y sus dueños?
Pues bien, hoy quiero contaros un poco más acerca de Huntington Beach, uno de mis rincones favoritos de la costa californiana, de donde ya os he enseñado algún que otro recuerdo como este http://ow.ly/z0Iy3. Allí tuve la suerte de conocer a Toast, Abbie o Louie, ¡estrellas del surf a cuatro patas!
Se trata de un magnífico lugar que se hace llamar La Ciudad del Surf, pues en ella se llevan a cabo algunos de los concursos más importantes de este deporte a nivel internacional. Pero esta pasión por el surf fue llevada un paso más allá por una buena causa en 2008, cuando se empezó a celebrar el “Surf City Surf Dog”: una competición de surf para perros que actualmente es la más importante del mundo.
Cada mes de septiembre, montones de canes hacen alarde de equilibrio y dotes acuáticas. No solo se celebra el campeonato de surf, también hay concursos de trajes caninos, presentaciones de moda para perros, etc. Más de cuarenta organizaciones participantes presentan comida, juguetes y accesorios para los canes. La recaudación, tanto en donaciones como inscripciones, se destina íntegramente a distintas protectoras estadounidenses de animales.
En la zona pueden encontrarse además una amplia oferta complementaria pensada especialmente para sus protagonistas: restaurantes con menú para perros, parques caninos y hasta alojamientos como el Shorebreak Hotel , donde un paquete especial incluye cama gratuita para ellos, una boa- peluche, un hueso para morder y hasta una sorpresa en la habitación.
Pero el trasfondo de este evento y lo que realmente tiene valor aquí es el ejemplo de respeto y cariño entre humanos y mascotas que desde Huntington Beach pretenden trasmitir al mundo, y, por supuesto, lo mejor de la jornada: la oportunidad de que perros de criaderos luzcan trajes caninos cedidos por diferentes diseñadores, de manera simbólica, con la intención de que éstos encuentren un hogar en adopción. Afortunadamente, muchísimos visitantes vuelven a casa con un nuevo miembro en la familia.
Fotos: Diane Edmonds, YourWavePics.com & Emol - MundoGrafico
Valentina Del Sur
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