Bailarinas negro-rosa pintadas a mano nº36

VDS-391691620

  • Bailarinas pintadas y decoradas a mano de forma totalmente artesanal. Fondo negro con pequeños lunares en color blanco, combinado con tonos rosas en los detalles decorativos. 

    Su creadora es una chica argentina increíble, una magnífica pintora y artista que ofrece creaciones exclusivas e irrepetibles. Sus peculiares caras de muñeca siguen todas una estética muy parecida, sin embargo, ¡jamás encontrarás dos iguales!

    Si te gusta este modelo o bien lo deseas en otros colores o número, no dudes en escribirme un email a hello@valentinadelsur.com y nuestra artista estará encantada de fabricar un juego para ti, totalmente exclusivos y personalizados. ¡Elige un tono que te guste y el resto déjaselo a ella!

    ¿Qué mas se puede pedir a unas manoletinas como estas? Solo que te lleven a lugares maravillosos donde seguro serás el centro de todas las miradas con esta obra de arte en tus pies. ;)



¡También te pueden interesar estos productos!

Plaza de Mayo

De mi paso por Argentina podría recordar tantos rincones de ensueño... desde la cosmopolita Buenos Aires al Fin del Mundo en Ushuaia; de los increíbles glaciares alrededor de Calafate a las majestuosas cataratas de Iguazú rodeadas de frondosa selva. Sin embargo, en mi corazón quedó grabada la historia que me contó una anciana muy especial cuyo protagonista es un curioso cuidador de palomas: "En todo Buenos Aires, no hay niño que no conozca a Benito y sus palomas".

Hace años, allá por la década del 30, un jubilado bastante humilde, llamado Benito Costoya vivía en una casucha en la Costanera Sur (en parte de lo que es hoy el elegante barrio de Puerto Madero) y acostumbraba a alimentar palomas, quienes lo adoraban y se reunían por miles a su alrededor. Y era en la famosa Plaza de Mayo donde Benito, el "rey de las palomas", tocaba su silbato y las hacía a sus amigas revolotear,  consiguiendo a cambio una pequeña propina para poder alimentarlas. Parte del entretenimiento consistía en pintarlas y ver como volaban y coloreaban el cielo. Una pintura muy especial realizada con el corazón, que se asemeja a la forma en que Adriana pinta la creación que tienes delante, con todo su cariño y esmero. El espectáculo convocaba a los niños de las familias que concurrían dicho rincón de la ciudad, como bien puede apreciarse en el fragmento de una filmación que realizó la Metro Goldwyn Mayer en aquel tiempo: ver fragmento del vídeo

Pero todo acabó en el año 1937 cuando Benito murió. Se terminaron los "shows", sin embargo sus amigas las palomas decidieron quedarse allí y mantener siempre vivo su recuerdo. Hoy en día cuentan que las palomas revolotean alegres la Plaza de Mayo porque saben que Benito las sigue contemplando desde el cielo, montado en su bicicleta, con su larga barba, su sonrisa y su gorra negra.

**** FOLLOW US ON INSTAGRAM****

¡Etiqueta tus fotos con @valentinadelsur y recibe 5€ de regalo en tu próxima compra!

Sale

Unavailable

Sold Out